CALENDARIO
LITÚRGICO 2025 CICLO “C”.
SANTORAL:
Virgen de la Medalla Milagrosa (1830).
MARTIROLOGIO
Y EFEMÉRIDES LATINOAMERICANOS:
Muere Manuel Subirana, máximo
misionero popular hondureño del siglo XIX, defensor de los misquitos y los
garífunas (1864). Juan Chacón, Enrique Álvarez Córdoba y compañeros dirigentes
del Frente Democrático Revolucionario, mártires en El Salvador (1980). Fernando
Lozano Menéndez, estudiante universitario de la Universidad Católica de Perú,
mártir en Perú (1977).
ORACIÓN
PREPARATORIA
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN
Espíritu Santo, fuente de luz, amor y verdad, ven a mi
mente y a mi corazón en este nuevo día. Ilumina mi entendimiento para que pueda
comprender la Palabra de Dios y acogerla con humildad y alegría. Dame
discernimiento para reconocer tu voz entre tantas otras, para elegir siempre el
camino que conduce a la vida, y para actuar con rectitud, compasión y fe.
Concédeme sabiduría, no la del mundo, sino la que viene de lo alto, para llevar
el mensaje de nuestro Señor Jesús a mi propio corazón y al de mis hermanos y
hermanas. Hazme instrumento de tu paz, testigo de tu amor, y sembrador de
esperanza. Espíritu de Dios, guía mis palabras, mis pensamientos y mis
acciones, para que todo en mí refleje la luz de Cristo. AMÉN
ACTO PENITENCIAL
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes
hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y
hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.
LECTURAS DEL DIA
Daniel 6,12-28
Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones
En aquellos días, unos hombres espiaron a Daniel y lo
sorprendieron orando y suplicando a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey:
"Majestad, ¿no has firmado tú un decreto que prohíbe hacer oración,
durante treinta días, a cualquier dios o cualquier hombre fuera de ti, bajo
pena de ser arrojado al foso de los leones?" El rey contestó: "El
decreto está en vigor, como ley irrevocable de medos y persas." Ellos le
replicaron: "Pues Daniel, uno de los deportados de Judea, no te obedece a
ti, majestad, ni al decreto que has firmado, sino que tres veces al día hace
oración a su Dios." Al oírlo, el rey, todo sofocado, se puso a pensar la
manera de salvar a Daniel, y hasta la puesta del sol hizo lo imposible por
librarlo. Pero aquellos hombres le urgían, diciéndole: "Majestad, sabes
que, según la ley de medos y persas, un decreto o edicto real es válido e
irrevocable." Entonces el rey mandó traer a Daniel y echarlo al foso de
los leones. El rey dijo a Daniel: "¡Que te salve ese Dios a quien tú
veneras tan fielmente!" Trajeron una piedra, taparon con ella la boca del
foso, y el rey la selló con su sello y con el de sus nobles, para que nadie
pudiese modificar la sentencia dada contra Daniel. Luego el rey volvió a
palacio, pasó la noche en ayunas, sin mujeres y sin poder dormir. Madrugó y fue
corriendo al foso de los leones. Se acercó al foso y gritó afligido:
"¡Daniel, siervo del Dios vivo! ¿Ha podido salvarte de los leones ese Dios
a quien veneras tan fielmente?" Daniel le contestó: "¡Viva siempre el
rey! Mi Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones, y no me han
hecho nada, porque ante él soy inocente, como tampoco he hecho nada contra
ti." El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso. Al
sacarlo, no tenía ni un rasguño, porque había confiado en su Dios. Luego mandó
el rey traer a los que habían calumniado a Daniel y arrojarlos al foso de los
leones con sus hijos y esposas. No habían llegado al suelo, y ya los leones los
habían atrapado y despedazado. Entonces el rey Darío escribió a todos los
pueblos, naciones y lenguas de la tierra: "¡Paz y bienestar! Ordeno y
mando que en mi imperio todos respeten y teman al Dios de Daniel. Él es el Dios
vivo que permanece siempre. Su reino no será destruido, su imperio dura hasta
el fin. Él salva y libra, hace signos y prodigios en el cielo y en la tierra.
Él salvó a Daniel de los leones." PALABRA DE DIOS
Interleccional: Daniel 3,68-74
R/ Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor. R/
Témpanos y hielos, bendecid al Señor. R/
Escarchas y nieves, bendecid al Señor. R/
Noche y día, bendecid al Señor. R/
Luz y tinieblas, bendecid al Señor. R/
Rayos y nubes, bendecid al Señor. R/
Bendiga la tierra al Señor. R/
Lucas 21,20-28
Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a
los gentiles les llegue su hora
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su
destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que
estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en
la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está
escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá
angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo
de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada
por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en
el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin
aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo,
pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una
nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos,
alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación." PALABRA DEL SEÑOR
COMENTARIO
Jesús anuncia con un lenguaje apocalíptico muy típico de
los profetas del Primer Testamento, que ha llegado el “día del Señor”, o el
“día de la venganza” Su anuncio pone énfasis en la destrucción de Jerusalén,
ciudad donde reside el poder político, económico y religioso de su época. Todo
un sistema de dominación, que se opone a la propuesta de Jesús, va a caer
estrepitosamente. El anuncio de Jesús no es para asustar a los discípulos por
lo que va a suceder, sino que es más bien un llamado a la esperanza: los
poderes de este mundo no son más fuertes que el poder de Dios. La victoria es
del Hijo del Hombre anunciada por el profeta Daniel (capítulo 7, versículos 13
y 14). Desde nuestras comunidades también estamos llamados a ser portadores de
esperanza y no dejarnos desanimar por los tiempos difíciles que vivimos. Aunque
nos parezca que nada tiene remedio y que todo va a seguir igual, hay que seguir
luchando con la seguridad que el bien va a vencer al mal.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
·
¿Cómo
espero el día del encuentro con Jesús, con esperanza o con miedo?
·
¿Anhelo
el encuentro definitivo con el Señor?
PALABRA DEL PAPA FRANCISCO
“Pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final,
que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá
realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que
nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera
imaginar. Un misterio que casi instintivamente suscita en nosotros una
sensación de miedo, y quizás también de trepidación. Pero si reflexionamos bien
sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser
un gran motivo de consuelo y confianza. A este propósito, el testimonio de las
primeras comunidades cristianas resuena muy sugerente. Estas solían acompañar
las celebraciones y las oraciones con la aclamación Maranathá, una expresión
constituida por dos palabras arameas que, según cómo sean pronunciadas, se
pueden entender como una súplica: “¡Ven, Señor!”, o como una certeza alimentada
por la fe: “Sí, el Señor viene, el Señor está cerca”. Es la exclamación con la
que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la maravillosa
contemplación que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan. En ese caso, es la
Iglesia-esposa que, en nombre de la humanidad, de toda la humanidad, y en
cuanto su primicia, se dirige a Cristo, su esposo, deseando ser envuelta por su
abrazo; un abrazo, el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y de amor.”
(Catequesis de S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013).
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió
a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha de
venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los
muertos y la vida eterna. AMÉN
DIALOGO
ESPIRITUAL
PROPOSITO
Proponte
uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que
es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación:
A
partir de hoy ofreceré un santo Rosario para que tener presente lo pasajero de este
mundo y que nos preocupemos por lo realmente importante: la salvación y la eternidad.
AMÉN
ORACIÓN
POR LA PAZ MUNDIAL
Señor Jesús, que eres el Príncipe de la Paz, te
pedimos que bendigas a todos los pueblos y naciones, y que la paz de tu Reino
se extienda por toda la tierra. Que el odio y la violencia sean vencidos por tu
amor y tu misericordia, y que la justicia, la armonía y la reconciliación
prevalezcan en cada corazón y en cada lugar. Infunde en nosotros y nosotras el
deseo de construir puentes de diálogo y comprensión, de superar las diferencias
y de buscar la unidad en la diversidad. Ayúdanos a ser instrumentos de tu paz,
llevando tu amor a aquellos y aquellas que más lo necesitan, y a construir un
mundo donde todos y todas puedan vivir en paz y prosperidad. AMÉN
ORACION
FINAL
Padre
Celestial, Padre de la Misericordia:
Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la
intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción
del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor
ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más
pobres y necesitados.
Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio
de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te
pido... AMÉN.
PADRE
NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.
Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.
Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN
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Si ya no desea recibir las LECTURAS DEL DIA, envíe un correo a betio.gonzalez@gmail.com con la palabra SUSPENDER en la sección de tema (subject).


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