viernes, 17 de octubre de 2025

LA PALABRA DEL SEÑOR: Domingo 1º de Adviento, 30 de Noviembre de 2025

CALENDARIO LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.

SANTORAL:

San Andrés, Apóstol.

MARTIROLOGIO Y EFEMÉRIDES LATINOAMERICANOS:

Miguel A. Soler, médico, mártir en Paraguay (1975).

 






INVOCACIÓN INICIAL

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN

Espíritu Santo: Ven, ilumina nuestras mentes, derrama tu sabiduría sobre cada una de nosotras y nosotros, y enséñanos a comprender con profundidad los caminos del Evangelio. Danos discernimiento para elegir siempre el bien, para escuchar tu voz en medio del ruido, y para actuar con justicia, humildad y verdad. Haznos instrumentos de tu amor, solidarios con nuestros hermanos y hermanas que sufren, y generosos con los que tienen hambre de esperanza. Hoy nos comprometemos contigo, a vivir guiados por tu luz, a servir con alegría, y a construir juntos el Reino de Dios en cada gesto, palabra y acción. Espíritu Santo, haz de nosotros y nosotras una comunidad ardiente en fe, unida en amor, y firmes en la misión que Jesús nos confió. AMÉN

ACTO PENITENCIAL

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.

El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.

LECTURAS DEL DIA

Isaías 2,1-5

El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del Reino de Dios

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: "Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor." Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor. PALABRA DE DIOS

Salmo responsorial: 121

R/ Vamos alegres a la casa del Señor.

Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/

Allá suben las tribus, las tribus del Señor según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/

Desead la paz a Jerusalén: "Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios." R/

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: "La paz contigo." Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. R/

Romanos 13,11-14

Nuestra salvación está cerca

Hermanos: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo. PALABRA DE DIOS

Mateo 24,37-44

Estad en vela para estar preparados

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. PALABRA DEL SEÑOR

REFLEXIÓN DEL EVANGELIO

Comenzamos el Adviento, tiempo de esperanza y preparación al misterio de la Palabra encarnada en la Navidad. Iniciamos también el ciclo litúrgico A, en el que leeremos, sobre todo, el Evangelio de san Mateo. Es el evangelista que resalta la plenitud de la revelación del Antiguo Testamento en Jesús. No es una espera ilusoria, sin fundamento. Esperamos al Salvador, que nos libra y nos promete y nos da la plenitud de la felicidad.

El texto de hoy está comprendido en los capítulos 24 y 25 de Mateo. Constituyen el último discurso de Jesús, recogido por Mateo. Se suele llamar discurso escatológico (esjatón = último). Habla de los últimos tiempos de la historia. Este discurso escatológico tiene tres partes: (1) Cómo y cuándo será la venida definitiva del Señor y del fin del mundo; (2) Tres parábolas para indicar las actitudes de la espera ante el fin; y (3) Descripción plástica del juicio final. Este discurso escatológico tiene como finalidad orientar a los discípulos: vigilancia para estar preparados, en el momento actual. El futuro ilumina el presente.

Ciertamente, la Palabra de Dios de este primer domingo nos describe el adviento hablando de ese doble movimiento que se da en la historia de la salvación. En el primer movimiento tiene Dios la iniciativa: es el Dios que vino, que viene y que vendrá, con un continuo abalanzarse a nuestras situaciones. El segundo movimiento se inscribe en el corazón del hombre: la espera y la vigilancia. El Señor que llega, el hombre que le espera con una actitud vigilante. Esto es el adviento.

El «no sabéis el día ni la hora» que escuchamos en el Evangelio, …es un toque de atención para que cuando Él manifieste su gracia en nuestros corazones podamos sencillamente reconocerlo. Así dice una antigua oración: «Oh Dios que vendrás a manifestarte en el día del juicio, manifiéstate primero en nuestros corazones mediante tu gracia».

Sin duda que necesitamos que acontezca la eterna novedad del Señor en nuestra vida. Hay demasiadas pesadillas en nuestro mundo planetario de las que despertar, demasiadas rutinas que cansan y agotan, demasiadas necesidades en nuestro corazón y en el corazón social de que Alguien que ya vino y que vendrá.

Vivamos atentos

Relativicemos y orientemos todas nuestras actividades a la luz de lo que es verdaderamente importante. No nos dejemos ahogar por el activismo, las preocupaciones, la tensión... Estemos despiertos, con la fe y esperanza puestas en el Señor.

En cuanto al día aquel y a la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre (versículo 36). Ejemplos: la gente estaba descuidada: en tiempos de Noé y en cualquier tiempo, y también el ladrón sorprende el amo de la casa.

Estemos atentos (versículo 42); vigilantes (versículo 43); preparados (versículo 44). Ya es hora que despertemos del sueño, pues nuestra salvación está más cerca de nosotros que cuando empezamos a creer (Romanos 13, 11, en la segunda lectura de este domingo).

Vivir en esperanza

La advertencia de Jesús no es para meter miedo en el corazón, ni para desilusionarnos. Jesús quiere que vivamos el presente con cautela, con la luz que el futuro nos envía, aceptándole a Él en el presente con todas las consecuencias. La esperanza en la venida final nos debe mantener en pie, aun en medio de nuestras debilidades y las situaciones dolorosas de injusticia de la sociedad, que nos hacen sufrir.

La esperanza es la virtud que nos hace enfrentar la vida en el tiempo presente, porque nuestra espera está basada en la Palabra y en el gesto de Jesús. Él es nuestra esperanza.

La esperanza cristiana nos hace mirar el presente con ojos de fe. Es tiempo de salvación. En la medida en que trabajemos el tiempo presente estaremos preparando el final de nuestra vida y de la historia.

El Señor viene constantemente, para que vivamos su misma vida. No es cuestión de prepararse a bien morir. Es cuestión de vivir bien, de acuerdo con el Evangelio de Jesús.

Nosotros, según la promesa del Señor, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva, en los que habita la justicia (2 Pedro 3, 13). Jesús vino, viene y vendrá. Como Resucitado y Salvador; como compañero de viaje y como premio en la meta: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!”

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

·         ¿Cómo ando de esperanza y de optimismo? ¿Cómo me veo: como persona de optimismo o pesimismo? ¿En qué fundamento mis esperanzas?

·         ¿Qué debe cambiar en mi vida para que la esperanza brille en mis actitudes y en mi conducta?

·         ¿Estoy siempre dispuesta a dar razón de mi esperanza a todo el que me pida explicaciones? Así nos recomienda la 1ª carta de Pedro 3, 15. Es la virtud típica del Adviento.

PALABRA DEL PAPA FRANCISCO

“La vigilancia permanente se consigue con la práctica constante de la oración y con el examen de conciencia. La fuerza nos la dan el Espirita Santo, la Eucaristía, la lectura y meditación de la Palabra. El premio consiste en tener paz en el alma, serenidad en nuestra mente y felicidad en el corazón. Es esa virtud tan difícil de vivir: la esperanza, la más pequeña de las virtudes, pero la más fuerte. Y nuestra esperanza tiene un rostro: el rostro del Señor resucitado, que viene “con gran poder y gloria”, que manifiesta su amor crucificado, transfigurado en la resurrección. El triunfo de Jesús al final de los tiempos será el triunfo de la Cruz; la demostración de que el sacrificio de uno mismo por amor al prójimo y a imitación de Cristo, es el único poder victorioso y el único punto fijo en medio de la confusión y tragedias del mundo.” (S.S. Francisco, Angelus15 de noviembre de 2015).

CREDO DE LOS APOSTOLES

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos.

Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN

OREMOS AL SEÑOR JESÚS

En este primer domingo de Adviento, me comprometo a vivir como persona de esperanza, pero no con una esperanza ingenua, sino firme, activa y vigilante,  fundamentada en tu Palabra y en tu promesa de salvación. Como nos enseña el Evangelio según san Mateo, quiero estar despierta, atenta, preparada, no por miedo, sino por amor. Que mi esperanza no sea solo interior, sino que brille en mis actitudes, en mi manera de hablar, de servir, de caminar junto a los y las demás. Haz que mi conducta refleje tu luz: que sea paciente en la espera, alegre en la dificultad, y generosa en la entrega. Que mi vida anuncie que Tú vienes, que Tú estás cerca, y que en Ti todo tiene sentido. Hoy me comprometo a ser centinela del Reino, a sembrar optimismo donde hay tristeza, a compartir fe donde hay duda, y a vivir cada día como si fuera el día de tu llegada. Ven, Señor Jesús. Haz de mí un testigo de tu esperanza. AMÉN

PROPOSITO DE HOY

A partir de hoy voy a trabajar con mucha alegría porque trabajaré en la viña del Señor. AMÉN

COMUNION ESPIRITUAL

 

ORACIÓN POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS

Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad. Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz, donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN

ORACION FINAL

Padre Celestial, Padre de la Misericordia:

Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más pobres y necesitados.

Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te pido... AMÉN.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.

Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.

Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.

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Si ya no desea recibir las LECTURAS DEL DIA, envíe un correo a betio.gonzalez@gmail.com con la palabra SUSPENDER en la sección de tema (subject). 

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