CALENDARIO LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.
SANTORAL:
MARTIROLOGIO
Y EFEMÉRIDES LATINOAMERICANOS:
Masacre de los campesinos
de Huacataz, Perú (1977). Más de 100 garimpeiros (mineros de oro), hombres,
mujeres y niños, de Serra Pelada, Marabá, Brasil, que bloqueaban el puente del
río Tocantins el 28 de diciembre, reivindicando sus derechos a condiciones de
seguridad en el trabajo (1987).
INVOCACIÓN INICIAL
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN
Espíritu Santo: Ven,
ilumina nuestras mentes, derrama tu sabiduría sobre cada una de nosotras y
nosotros, y enséñanos a comprender con profundidad los caminos del Evangelio. Danos
discernimiento para elegir siempre el bien, para escuchar tu voz en medio del
ruido, y para actuar con justicia, humildad y verdad. Haznos instrumentos de tu
amor, solidarios con nuestros hermanos y hermanas que sufren, y generosos con
los que tienen hambre de esperanza. Hoy nos comprometemos contigo, a vivir
guiados por tu luz, a servir con alegría, y a construir juntos el Reino de Dios
en cada gesto, palabra y acción. Espíritu Santo, haz de nosotros y nosotras una
comunidad ardiente en fe, unida en amor, y firme en la misión que Jesús nos
confió. AMÉN
ACTO PENITENCIAL
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes
hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y
hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.
LECTURAS DEL DIA
Eclesiástico 3,2-6.12-14
El que teme al Señor honra a sus padres
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y
afirma la autoridad de la madre sobre la prole. El que honra a su padre expía
sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre
se alegrará de sus hijos, y cuando rece, será escuchado; el que respeta a su
padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío,
sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque
chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre
no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados. PALABRA DE
DIOS
Salmo responsorial: 127
R/ Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás
del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus
hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R/
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el
Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los
días de tu vida. R/
Colosenses 3,12-21
La vida de familia vivida en el Señor
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos
de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El
Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el
amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de
árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y
sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza;
enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios,
dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo
que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de
vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres,
y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que
eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que
pierdan los ánimos. PALABRA DE DIOS
Mateo 2,13-15.19-23
Coge al niño y a su madre y huye a Egipto
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se
apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, coge al niño y a su madre
y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar
al niño para matarlo." José se levantó, cogió al niño y a su madre, de
noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo
que dijo el Señor por el profeta: "Llamé a mi hijo, para que saliera de
Egipto". Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en
sueños a José en Egipto y le dijo: "Levántate, coge al niño y a su madre y
vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del
niño." Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero, al
enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes,
tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se
estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los
profetas, que se llamaría Nazareno. PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO
Celebramos hoy la fiesta de la Sagrada Familia. Los
textos de la liturgia hacen referencia a temas familiares. En la primera
lectura, tomada del libro del Eclesiástico, escuchamos los consejos que un
hombre, Ben Sirac, que vivió varios siglos antes de Jesucristo, da a sus hijos.
El respeto y la veneración de éstos hacia sus padres es cosa agradable a los
ojos de Dios, que éste no dejará sin recompensa. Los hijos que veneren a sus
padres serán venerados a su vez por sus propios hijos. Todos estos consejos, aun
conservando hoy plena validez, parecen insuficientes, puesto que están dados
desde una mentalidad meramente rural, en la que otros aspectos de la vida
familiar no son tenidos en cuenta. No sólo importa hablar hoy del respeto que
los hijos deben a los padres, sino de la actitud de éstos con relación a los
hijos. Esta insuficiencia resulta particularmente notable en momentos como los
actuales, cuando la familia tiene planteados problemas de pérdida de sus
funciones.
Pablo da algunos consejos para la convivencia con otros.
Se requiere humildad, acogida mutua, paciencia. Y si fuese necesario, perdonar.
Así procede Dios con nosotros. Su actitud debe ser el modelo de la nuestra (v.
12-13). Pero, “por encima de todo”, está el amor, de Él tenemos que
revestirnos, dice Pablo empleando una metáfora frecuente en sus cartas (v. 14).
De este modo “la paz de Cristo” presidirá en nuestros corazones (v. 15).
Si el amor es el vínculo que une a las personas, la paz
se irá construyendo en un proceso, los desencuentros irán desapareciendo (los
enfrentamientos también) y las relaciones se harán cada vez más trasparentes.
En el marco de la familia humana, esos lazos son detallados en el texto del
Eclesiástico (3,3-17).
En este año, el evangelio de Mateo que leemos nos narra
la llamada “huida a Egipto de la Sagrada Familia.” Esta narración de la huida a
Egipto nos quiere transmitir varias cosas. La principal es que Jesús también
pasó por Egipto, como el pueblo de Israel, para quien también Egipto fue una de
sus vivencias principales. Como Israel, también Jesús “vino de Egipto.” Además,
se cumplieron en él predicciones que estaban en la Escritura: aplica a Jesús
frases veterotestamentarias con las que transmitir un mensaje.
Fuera de estas realidades teológicas, la Familia de
Nazareth debió enfrentar muchas dificultades en el camino a Egipto y
establecerse en una tierra nueva y posiblemente no-amigable, como lo pueden atestiguar
muchas familias emigrantes, quienes pasan períodos de adaptación y aceptación
en nuevas comunidades, culturas y lenguajes. Son estos momentos en que la fe en
Dios y el amor en la familia son fundamentales para mantener a la familia
unida.
Desde una perspectiva cristiana, la familia continúa
teniendo una función insustituible: ser una comunidad de amor en donde los que
la integran puedan abrirse a los demás con una total sinceridad y confianza.
Dejando aparte los consejos que en último lugar da san Pablo, y que son
puramente circunstanciales y muy ligados a las costumbres y mentalidad de la
época, la exhortación a la mansedumbre, a la paciencia, al perdón y, sobre
todo, al amor, es algo realmente básico para la familia de nuestro tiempo.
Un buen hogar siempre estará donde el camino esté lleno
de paciencia, donde la almohada esté llena de secretos y el perdón esté lleno
de rosas. Estará donde el puente se halle tendido para pasar, donde las caras
estén dispuestas para sonreír, las mentes activas para pensar y las voluntades
deseosas para servir.
Un buen hogar siempre estará donde los besos tengan
vuelo, y los pasos mucha seguridad; donde los tropiezos tengan cordura, y los
detalles significación; donde abunde la ternura y el respeto en el trato
diario; donde el deber sea gustoso, la armonía contagiosa y dulce la paz.
Un buen hogar siempre estará donde el crecimiento sea por
el mismo tronco y el fruto por la misma raíz; donde la navegación sea por la
misma orilla y hacia el mismo puerto; donde la autoridad se haga sentir y, sin
miedos ni amenazas, llene la función de encauzar, dirigir y proteger; donde los
abuelos sean reverenciados, los padres obedecidos y los hijos vigilados.
Un buen hogar siempre estará donde el fracaso y el éxito
sean de todos; donde disentir sea intercambiar y no guerrear; donde la
formación junte los eslabones y la oración forme la cadena; donde las pajas se
pongan con el alma y los hijos se calienten con amor; donde el vivir esté lleno
de sol y el sufrir esté lleno de fe.
Un buen hogar siempre estará en el ambiente donde
naciste, en el huerto donde creciste, en el molde donde te configuraste y el
taller donde te puliste. Y muchas veces será el punto de referencia y la
credencial para conocerte, porque el hogar esculpe el carácter, imprime rasgos,
deja señales, marca huellas indelebles. Con buenos hogares se podría salvar al
mundo, porque ellos tocan a fondo la conducta de los hombres, la felicidad de
los pueblos y la raíz de la vida.
Aunque hay excepciones, ese hogar primero, ese “hogar
tronco”, nunca se pierde: ¡te lo llevas en el alma! Nunca se oscurece; queda en
las luces que te alumbran el camino. Y nunca se lo lleva el viento; queda
prendido en tu raíz. De ese hogar salen las grandes alas que te permiten volar
y hacerte águila. Del hogar salen los principios fuertes que enmarcan tu figura
para hacerte gigante. Del hogar sale esa fuerza de la fe que resplandece para
hacerte estrella.
¡De ahí salen obras maestras! Porque ahí se gestan los
grandes valores del mundo, ahí se incuban las almas de resistencia, de temple y
de fe. De ahí salen los grandes conductores de la humanidad, ¡y los grandes
seguidores de Cristo! El hogar, hoy en día, es una prioridad, pues, como la
buena tierra, ¡da lo que le siembran!
¿Cómo te imaginas tú a aquella familia de Nazaret,
compuesta por Jesús, María y José? ¡Qué almas tan exquisitas, de tanta
elevación humana y moral, y tan santas! Aun en medio de la sencillez de lo
ordinario, su vida estaría, sin duda, permeada de fe, de dulzura, de amor, de
comprensión, de obediencia, de servicio y de oración. ¡De verdad que sería un
verdadero paraíso en la tierra! Celebremos hoy a la Sagrada Familia, modelo y
prototipo de todas las familias cristianas. Esto es lo que debería ser cada
familia. Si cada hogar católico tuviera estas cualidades, el mundo sería mucho
más bello, justo y humano.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
·
¿Cómo
llevo mi vida familiar?
·
¿Pueden
mis familiares estar sufriendo por mí?
·
¿Tengo
un desajuste entre lo que digo en la sociedad pública y lo que vivo en la
familia?
PALABRA DEL PAPA FRANCISCO
“En los relatos evangélicos de la infancia, es
emblemático en este sentido el rey Herodes, que viendo amenazada su autoridad
por el Niño Jesús, hizo matar a todos los niños de Belén. La mente vuela
enseguida a Pakistán, donde hace un mes fueron asesinados cien niños con una
crueldad inaudita. Deseo expresar de nuevo mi pésame a sus familias y
asegurarles mi oración por los muchos inocentes que han perdido la vida…
Constatamos con dolor las dramáticas consecuencias de esta mentalidad de
rechazo y de la “cultura de la esclavitud” en la constante proliferación de
conflictos.” (Discurso de S.S. Francisco, 12 de enero de 2015).
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha
de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN
OREMOS
AL SEÑOR JESÚS
Tú que fuiste con José y María en la huida hacia Egipto, y
que conociste la fragilidad de no tener un hogar seguro, hazme solidaria con
las familias que hoy viven en desarmonía y desunión, con aquellas que carecen
de una vivienda digna y de un trabajo para el sustento diario. Que mi corazón
se abra como el de san José, dispuesta a obedecer la voz del Padre y a proteger la
vida. Que mis pasos se acerquen a alguna familia necesitada, llevando tu
consuelo y tu mensaje de esperanza. Haz que mi compromiso sea humilde y
concreto: una palabra de aliento, un gesto de fraternidad, un compartir que
alivie la carga del hermano y hermana. Así, siguiendo tu Evangelio, quiero ser
instrumento de tu paz, para que en cada hogar florezca la unidad, y en cada
mesa se celebre la vida que Dios nos regala. AMÉN
PROPOSITO DE HOY
A partir de hoy pediré por las familias que viven en
desarmonía y desunión, por las que no tienen una vivienda digna y un trabajo
para el sustento diario, acercándome a alguna y llevándole el consuelo y el
mensaje de Jesús. AMÉN
ORACIÓN
POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS
Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz
como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el
desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en
cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes
entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de
escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido
olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para
denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de
sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la
comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad.
Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz,
donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos
consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y
hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN
ORACION
FINAL
Padre Celestial, Padre de la Misericordia:
Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la
intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción
del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor
ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más
pobres y necesitados.
Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio
de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te
pido... AMÉN.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.
Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.
Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.
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