lunes, 1 de diciembre de 2025

LA PALABRA DEL SEÑOR: Después de Epifanía. Viernes 9 de Enero de 2026


CALENDARIO LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.

SANTORAL:

San Adrián, Abad de Canterbury (710).

San Julián, mártir y su esposa Basilisa (304).

 


 

 













INVOCACIÓN INICIAL

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN

Espíritu Santo: Ven, ilumina nuestras mentes, derrama tu sabiduría sobre cada una de nosotras y nosotros, y enséñanos a comprender con profundidad los caminos del Evangelio. Danos discernimiento para elegir siempre el bien, para escuchar tu voz en medio del ruido, y para actuar con justicia, humildad y verdad. Haznos instrumentos de tu amor, solidarios con nuestros hermanos y hermanas que sufren, y generosos con los que tienen hambre de esperanza. Hoy nos comprometemos contigo, a vivir guiados por tu luz, a servir con alegría, y a construir juntos el Reino de Dios en cada gesto, palabra y acción. Espíritu Santo, haz de nosotros y nosotras una comunidad ardiente en fe, unida en amor, y firmes en la misión que Jesús nos confió. AMÉN

ACTO PENITENCIAL

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.

El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.

LECTURAS DEL DIA

1 Juan 5,5-13

El Espíritu, el agua y la sangre

Queridos hermanos: ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna. PALABRA DE DIOS

Salmo responsorial: 147

R/ Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/

Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R/

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/

Lucas 5,12-16

En seguida le dejó la lepra

Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: "Señor, si quieres puedes limpiarme." Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero, queda limpio." Y en seguida le dejó la lepra. Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: "Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste." Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar. PALABRA DEL SEÑOR

REFLEXIÓN DEL EVANGELIO

Estamos en los últimos días del Tiempo de Navidad y, hoy viernes, Lucas nos trae un relato de milagro, La curación de un leproso. Según el Antiguo Testamento el leproso era impuro (Levítico 13,14.46; Números 5,2-3), ya que la lepra se consideraba un “castigo de Dios” por los pecados cometidos. Tan terrible era la situación de los leprosos que sólo podían ser curados por una intervención de Dios (2 Reyes 5,7), por eso la desaparición total de la lepra era una de las bendiciones esperadas para los tiempos mesiánicos (Isaías 35,8). La lepra, además de la enfermedad, conllevaba la exclusión y marginación social. Los leprosos no eran puros ni santos, por eso se les aparataba del “pueblo santo” y se les excluía del culto a Dios a en el Templo por ser el lugar del Santo de los Santos, pero Jesús que es el Santo de Dios (Lucas 4,34) rompe los límites de los puro e impuro y toca al enfermo y lo restablece en el pueblo santo. Cuando Jesús cura al leproso demuestra con su poder que Él es el Mesías, pero por, sobre todo, sana físicamente al enfermo y le devuelve su dignidad social y religiosa; es la respuesta llena de misericordia del Maestro de Nazaret, ante la hermosa confesión de fe del leproso, el cual sabe que Jesús puede curarlo, por eso lo llama Señor y se postra “rostro en tierra” ante Él. El leproso se confía totalmente a Jesús, ya que sabe que Él puede curarlo, pero no sabe si quiere curarlo; así experimenta la misericordia de Dios en la persona de Jesús, el cual nos viene a enseñar que su misión (y también la nuestra) es incorporar a la comunidad a todos los que, por un motivo u otro, han sido excluidos por los hombres.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

·         ¿He marginado o excluido a alguien?

·         ¿He comprendido que Misericordia es el Nombre de nuestro Dios, como dijo el Papa Francisco?

·         ¿Se parece mi fe a la fe del leproso?

PALABRA DEL PAPA FRANCISCO

“La lepra era una condena de por vida y sanar a un leproso era tan difícil como resucitar a un muerto. Y por eso eran marginados. Sin embargo, Jesús tiende la mano al excluido y demuestra el valor fundamental de una palabra: cercanía. No se puede hacer comunidad sin cercanía. No se puede hacer paz sin acercarse, ni se puede hacer el bien sin acercarse. Jesús podía decirle: ¡sánate! Pero no, se acercó y le tocó. Es más, en el momento que Jesús tocó al impuro se convierte en impuro.

Este es el misterio de Jesús, tomar consigo nuestras suciedades, nuestras cosas impuras. Pablo lo explica bien: “Siendo igual a Dios, no estimó esta divinidad un bien irrenunciable, se aniquiló a sí mismo. Jesús se hace pecado. Jesús se excluye, ha tomado consigo la impureza por acercarse a nosotros.” Muchas veces pienso que es, no digo imposible, pero muy difícil hacer el bien sin mancharse las manos. Y Jesús se manchó. Cercanía. Y después va más allá. Le dijo: “Ve donde los sacerdotes y haz lo que se debe hacer cuando un leproso es sanado.” Al que era excluido de la vida social, Jesús lo incluye: lo incluye en la Iglesia, lo incluye en la sociedad… “Ve para que todas las cosas sean como deben ser.” Jesús no marginaba nunca a nadie. Se marginaba a sí mismo, para incluir a los marginados, para incluirnos a nosotros, pecadores, marginados, con su vida.” (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de 2015, en Santa Marta).

CREDO DE LOS APOSTOLES

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos.

Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN

OREMOS AL SEÑOR JESÚS

Como el leproso que se postró ante Ti, quiero acercarme con fe y confianza,  dejando en tus manos mis penas, mis problemas, mis miedos, mis tentaciones y mis pecados. Hoy me comprometo a creer que tu misericordia es más grande que mis fragilidades, y que tu amor me limpia y me renueva. Quiero vivir cada día recordando que Misericordia es tu Nombre, y que en Ti encuentro perdón, paz y esperanza. Haz que mi oración personal sea sincera y constante, que nunca olvide a las pobres, a las marginadas, a las que sufren y esperan tu consuelo. Que mi vida sea testimonio de tu compasión, y que, como Tú, pueda tender la mano para sanar, acompañar y levantar a mis hermanos y hermanas. AMÉN

PROPOSITO DE HOY

A partir de hoy dejaré en las manos del Señor mis penas, problemas, miedos, tentaciones y pecados. AMÉN

COMUNION ESPIRITUAL

 

ORACIÓN POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS

Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad. Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz, donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN

ORACION FINAL

Padre Celestial, Padre de la Misericordia:

Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más pobres y necesitados.

Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te pido... AMÉN.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.

Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.

Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.

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Si ya no desea recibir las LECTURAS DEL DIA, envíe un correo a betio.gonzalez@gmail.com con la palabra SUSPENDER en la sección de tema (subject). 

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