CALENDARIO
LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.
SANTORAL:
San Gregorio, Obispo de Langres (539).
Santa Angela de Folign (1309).
Santa Isabel Ana Bayley Seton (1821).
San Manuel González García (1940).
MARTIROLOGIO
Y EFEMÉRIDES LATINOAMERICANOS:
José Patricio León «Pato»,
animador de la JEC y militante político, desaparecido en Chile (1975).
INVOCACIÓN INICIAL
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN
Espíritu Santo: Ven,
ilumina nuestras mentes, derrama tu sabiduría sobre cada una de nosotras y
nosotros, y enséñanos a comprender con profundidad los caminos del Evangelio. Danos
discernimiento para elegir siempre el bien, para escuchar tu voz en medio del
ruido, y para actuar con justicia, humildad y verdad. Haznos instrumentos de tu
amor, solidarios con nuestros hermanos y hermanas que sufren, y generosos con
los que tienen hambre de esperanza. Hoy nos comprometemos contigo, a vivir
guiados por tu luz, a servir con alegría, y a construir juntos el Reino de Dios
en cada gesto, palabra y acción. Espíritu Santo, haz de nosotros y nosotras una
comunidad ardiente en fe, unida en amor, y firme en la misión que Jesús nos
confió. AMÉN
ACTO PENITENCIAL
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes
hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y
hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.
LECTURAS DEL DIA
Isaías 60, 1-6
La gloria del Señor amanece sobre ti
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la
gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la
oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá
sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu
aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a
ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo
verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen
sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te
inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen
todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor. PALABRA
DE DIOS
Salmo responsorial: 71
R/ Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la
tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de
reyes: para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que
falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen
tributos; que los reyes de Sabá y de Arabia le ofrezcan sus dones, que se
postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R/
Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que
no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida
de los pobres. R/
Efesios 3, 2-6
Ahora ha sido revelado que también los gentiles son
coherederos
Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la
gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer
por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros
tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y
profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y
partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio. PALABRA DE DIOS
Mateo 2, 1-12
Venimos de Oriente para dorar al Rey
Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
"¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir
su estrella y venimos a adorarlo". Al enterarse el rey Herodes, se
sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los
letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le
contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: "Y
tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de
Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel." Entonces
Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que
había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: "Id y
averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme,
para ir yo también a adorarlo". Ellos, después de oír al rey, se pusieron
en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos
hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se
llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su
madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le
ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un
oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro
camino. PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO
La época en que se escribe esta parte del libro del
profeta Isaías (parte llamada del «Tercer Isaías») corresponde a «la
restauración», es decir, al regreso a Jerusalén de los israelitas que habían
sido deportados a Babilonia. (Es el tiempo en el que ha sido escrita la mayor
parte de la Biblia). Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner
nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la
paz y la justicia a su pueblo, con lo que Jerusalén volverá a ser una ciudad
radiante, llena de luz, en donde la presencia de Dios como rey hará de ella una
nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra.
El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios es quien iniciará una
nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios y serán
destruidas todas las fuerzas del mal, pues Dios se hace presente en Israel y ya
más nadie podrá hacerle daño.
Esta visión profética posee una comprensión muy reducida
de la acción salvífica de Dios, ya que es asumida como una promesa que se
cumplirá en beneficio única y exclusivamente del pueblo de Israel y no de toda
la tierra. Pablo, a través de la carta a los Efesios, ampliará esa comprensión,
afirmando que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”,
judíos y paganos. El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo
pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un
organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación
otorgada por Dios. La carta a los Efesios expresa que el misterio recibido por
Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los
paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa
que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a
todos, reconcilia a todos sin excepción.
El evangelio que leemos hoy, en la Fiesta de la
«Epi-fanía» [manifestación], confirma este carácter universal de la salvación
de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de
Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono
de David; para ello el evangelista no duda en ubicar con exactitud el lugar
donde nació Jesús, Belén, para decirnos que con su presencia en la historia se
estaría dando cumplimiento a las palabras de los profetas... Por otro lado, el
rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y
religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de
los magos, venidos de Oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la
misión de Jesús, la apertura del Evangelio a los paganos y su llamado a formar
parte de la comunidad cristiana. La Epifanía del Señor es la celebración
precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la
humanidad, que se hace presente en todas las culturas (religiones), que actúa
en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las
necesidades y pluralidades del mundo actual.
En un tiempo como
el que vivimos, marcado por la conciencia del pluralismo religioso, el sentido
de lo «misionero» y de la «universalidad cristiana» han cambiado profundamente.
Hasta ahora, en demasiados casos, lo misionero era sinónimo de proselitismo, o
sea, de un esfuerzo por ir a «convertir» al cristianismo a los «gentiles» o
«paganos». La «universalidad cristiana» era entendida desde la centralidad del
cristianismo: éramos la religión central, la (única) querida por Dios, y por
tanto, una religión que era el destino establecido por Dios para toda la raza
humana... Todos los pueblos (universalidad, sí) estaban destinados a abandonar
su religión ancestral y a hacerse cristianos... Tarde o temprano el mundo
llegaría a su destino: ser «un sólo rebaño, con un solo pastor»... (y al decir
esto, los católicos imaginábamos una Iglesia católico-romana felizmente
extendida a todo el mundo, extendida incluso a las demás confesiones
cristianas, que habrían aceptado finalmente al Papa como pastor supremo y
único...). Es decir, se trataba de una universalidad, sí, pero cristiano-céntrica:
la universalidad se da en nosotros, en el cristianismo, y fuera del
cristianismo, todos los valores religiosos son inferiores y están destinados a
subsumirse o a desaparecer...
Hoy todo esto está cambiando, aunque muchos cristianos
(incluidos no pocos de sus pastores y la teología más oficial) todavía siguen
anclados, incluso inamovibles, en la visión tradicional. Buen día hoy, la
fiesta de la Epifanía, para replantearse estos desafíos y para reflexionar
sobre ellos en la homilía y en la comunidad cristiana. No desaprovechemos esta
oportunidad para actualizar también personalmente nuestra visión en estos
temas. En el Nuevo Testamento, además de Juan 7,42, encontramos referencias a
Belén en las narraciones de Mateo 2 y Lucas 2 acerca del nacimiento de Jesús.
La tradición de que el Mesías debía nacer en Belén tiene su base en el texto de
Miqueas 5,2, donde se señala que de Belén Efrata debería salir quien gobernaría
Israel y sería pastor del pueblo. Hoy ya sabemos que Jesús nació probablemente
en Nazaret, y que la afirmación de que nació en Belén es una afirmación
simplemente teológica, no histórica.
El término “magos” procede del griego “magoi”, que
significa matemáticos, astrólogos, es decir, estudiosos del cielo. Más tarde el
teólogo y abogado cartaginés Tertuliano (160-220 d.C.) aseguró que los magos
eran reyes y que procederían de Oriente. En los regalos de los magos a Jesús,
los Padres de la Iglesia ven simbolizadas la realeza (oro), la divinidad
(incienso) y la pasión (mirra) de Cristo. Por cierto, la mayor parte de
nuestras celebraciones litúrgicas nunca hacen referencia a las religiones no cristianas;
nos mantenemos en una esfera férreamente cerrada a todo lo ajeno: no dejamos
entrar ninguno de los regalos magníficos que otras religiones nos hacen... Buen
día hoy para referirnos a esos dones que Dios mismo nos hace a través de las
demás religiones, sus prácticas religiosas tan diferentes de las nuestras, sus
métodos de oración, sus acentos éticos diversos... Como la familia de Jesús
aceptó los dones que aquellos «paganos» le trajeron, así nosotros deberíamos
abrirnos a ese intercambio de bienes...
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
·
¿Seré
capaz de buscar a las personas como los magos buscaron a Jesús?
·
¿Amo
con un corazón sincero a mis hermanos y hermanas?
·
¿Seré
capaz de defender a una persona desprotegida?
PALABRA DEL PAPA FRANCISCO
Los “Magos”, «siguiendo una luz, buscan la Luz». La
estrella que aparece en el cielo enciende en su mente y en su corazón una luz
que los lleva a buscar la gran Luz de Cristo. Los Magos siguen fielmente
aquella luz que los ilumina interiormente y encuentran al Señor.
Nuestra vida es un camino iluminado por luces que nos
permiten entrever el sendero, hasta encontrar la plenitud de la verdad y del
amor, que nosotros cristianos reconocemos en Jesús, Luz del mundo. … Lo
importante es estar atentos, vigilantes, escuchar a Dios que nos habla. Sobre
todo, escuchar el Evangelio, leerlo, meditarlo y convertirlo en alimento
espiritual nos permite encontrar a Jesús vivo, hacer experiencia de Él y de su
amor.
Un aspecto de la luz que nos guía en el camino de la fe
es también la santa «astucia». Se trata de esa sagacidad espiritual que nos
permite reconocer los peligros y evitarlos. Los Magos supieron usar esta luz de
«astucia» cuando, de regreso a su tierra, decidieron ir por otro camino.
(y)…nos enseñan a defendernos de la oscuridad que pretende cubrir nuestra vida.
Ellos, con esta santa «astucia», han protegido la fe. Y también nosotros
debemos proteger la fe. Protegerla de esa oscuridad que a menudo se disfraza
incluso de luz.
En esta fiesta de la Epifanía sintamos cerca a los Magos,
como sabios compañeros de camino. Su ejemplo nos anima a levantar los ojos a la
estrella y… a no contentarnos con una vida mediocre, de «poco calado», sino a
dejarnos fascinar siempre por la bondad, la verdad, la belleza… por Dios, que
es todo eso en modo siempre mayor.
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha
de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN
OREMOS
AL SEÑOR JESÚS
Como los magos de Oriente, quiero ponerme en camino, dejando
mis seguridades para seguir la luz de tu estrella. Haz que mi corazón nunca se
canse de buscarte, aunque el camino sea largo y lleno de preguntas. Hoy me
comprometo a ser una pequeña estrella, que con humildad y sencillez ilumine a
otros y otras que también buscan al Salvador. Que mi palabra, mis gestos y mi
servicio sean señales que conduzcan hacia tu presencia. Recíbeme, Señor, con el
oro de mi fe, el incienso de mi oración, y la mirra de mis sacrificios
cotidianos. Que, como los magos, regrese por otro camino, transformado por tu amor y dispuesto a
anunciar tu luz. AMÉN
PROPOSITO DE HOY
A partir de hoy procuraré ser una pequeña estrella que
ayude a poner en camino a otros y otras que buscan al Salvador, cómo una
estrella guiaba a los “magos.” AMÉN
ORACIÓN
POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS
Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz
como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el
desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en
cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes
entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de
escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido
olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para
denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de
sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la
comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad.
Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz,
donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos
consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y
hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN
ORACION
FINAL
Padre Celestial, Padre de la Misericordia:
Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la
intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción
del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor
ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más
pobres y necesitados.
Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio
de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te
pido... AMÉN.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.
Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.
Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.
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