CALENDARIO LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.
SANTORAL:
Santa Brígida de Kildare (525).
MARTIROLOGIO
Y EFEMÉRIDES LATINOAMERICANOS:
Es fusilado en el cementerio
general de San Salvador, El Salvador, Agustín Farabundo Martí, junto con Alonso
Luna y Mario Zapata, en vísperas de una gran insurrección campesina (1932). Daniel
Esquivel, obrero paraguayo, mártir, miembro del Equipo de Pastoral de
inmigrantes paraguayos en Argentina (1977).
INVOCACIÓN INICIAL
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN
Espíritu Santo: Ven,
ilumina nuestras mentes, derrama tu sabiduría sobre cada una de nosotras y
nosotros, y enséñanos a comprender con profundidad los caminos del Evangelio. Danos
discernimiento para elegir siempre el bien, para escuchar tu voz en medio del
ruido, y para actuar con justicia, humildad y verdad. Haznos instrumentos de tu
amor, solidarios con nuestros hermanos y hermanas que sufren, y generosos con
los que tienen hambre de esperanza. Hoy nos comprometemos contigo, a vivir
guiados por tu luz, a servir con alegría, y a construir juntos el Reino de Dios
en cada gesto, palabra y acción. Espíritu Santo, haz de nosotros y nosotras una
comunidad ardiente en fe, unida en amor, y firme en la misión que Jesús nos
confió. AMÉN
ACTO PENITENCIAL
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes
hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y
hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.
LECTURAS DEL DIA
Sofonías 2,3;3,12-13
Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde
Buscad al Señor los humildes, que cumplís sus
mandamientos; buscad la justicia, buscad la moderación, quizá podáis ocultaros
el día de la ira del Señor. "Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y
humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá
maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera;
pastarán y se tenderán sin sobresaltos." PALABRA DE DIOS
Salmo responsorial: 145
R/ Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es
el reino de los cielos.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, él hace
justicia a los oprimidos, él da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los
cautivos. R/
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los
que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos.
R/
Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino
de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R/
1 Corintios 1,26-31
Dios ha escogido lo débil del mundo
Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella
muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo
lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los
sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún
más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta
para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del
Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho
para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así -como dice
la Escritura- "el que se gloríe, que se gloríe en el Señor." PALABRA
DE DIOS
Mateo 5,1-12a
Dichosos los pobres en el espíritu
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la
montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar,
enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el
reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que
tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios
de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa
de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros
cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el
cielo." PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO
El “Sermón de la Montaña” es uno de los sermones más
famosos y recordados de Jesús. Aquí nos detenemos en su introducción, más
conocida como “Las Bienaventuranzas”, pues el sermón es mucho más largo, va
hasta 7,29 donde concluye diciendo que la gente quedó asombrada de su doctrina
“porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.
¿Por qué puede causar asombro esta enseñanza de Jesús?
Veamos de cerca las Bienaventuranzas e intentemos una respuesta.
1. “...de ellos es el reino de los cielos”
El reino de Dios (“de los cielos” es el ya conocido
circunloquio para evitar “pronunciar el nombre de Dios en vano”) es de los
pobres en espíritu y de los perseguidos por causa de la justicia. Quienes no
ponen su fe, su confianza y su esperanza en los bienes materiales pero que a la
vez son perseguidos porque luchan por la justicia. Ambas condiciones
indispensables para que Dios reine. La primera condición es renunciar a la
riqueza y a la ambición de riqueza. Esta condición es la puerta de entrada al
reino de Dios, pues elimina la raíz de la injusticia, de la acumulación, del
éxito individual, de la insolidaridad y del dominio sobre otras personas y
sobre la naturaleza. La segunda condición favorece la construcción de nuevas
relaciones entre los seres humanos capaces de hacerles más sencillos y más
felices, pero a la vez, suficiente motivo de persecución por parte de quienes
se sienten amenazados por tal transformación.
2. “...poseerán en herencia la tierra, serán consolados,
serán saciados”
Tres promesas de Dios para pasar de una situación
negativa a otra positiva: de la opresión a la liberación, del sufrimiento al
consuelo, de la injusticia a la justicia. El reino de Dios abre un horizonte de
vida y de esperanza para la humanidad pobre y oprimida. Enciende una luz en
medio de la oscuridad. Insiste en la posibilidad de una vida digna y agradable
a ser alcanzada por quienes no disfrutan hoy de ella. Vale la pena, en medio de
las adversidades, atreverse a soñar en “otro mundo posible”. Salir de la
opresión es posible. Salir del sometimiento es posible. Alcanzar la justicia
anhelada es posible. Abrir este horizonte de posibilidades, constituye una
buena nueva cuando precisamente todo horizonte para la justicia ha sido
cerrado. Ver una alternativa de vida digna para todas y para todos, abre
caminos de superación y de lucha.
3. “…los misericordiosos, los limpios de corazón, los que
buscan la paz”
Son las actitudes y los objetivos los que mueven el
trabajo para hacer realidad una nueva humanidad. Son los rasgos propios de la
comunidad de seguidoras y seguidores de Jesús. Sólo que estas actitudes y
rasgos vienen como consecuencia de haber renunciado a la riqueza y a la
ambición de riqueza, y de poner toda a la vida en el trabajo por la justicia.
Al mismo tiempo son los rasgos de la humanidad nueva que tanto anhelamos y que
ya podemos ver en las personas y las comunidades que se esfuerzan por ser misericordiosas,
por tener limpios los corazones y por buscar incansablemente la paz. Este es el
principal programa de vida de la comunidad de los discípulos: contribuir con la
creación de un mundo justo, solidario y feliz. Quienes viven la misericordia,
experimentan la misericordia de Dios. Quienes alcanzan la limpieza del corazón
ya tienen a Dios en sus vidas. Quienes trabajan por la paz experimentan a Dios
como Madre y como Padre. Esta manera de ser, de sentir y de actuar es condición
necesaria para testimoniar.
4. “...de la misma manera persiguieron a los profetas”
La comunidad cristiana que asume el estilo de vida que
propone las bienaventuranzas choca con la sociedad, que vive otro estilo de
vida. La comunidad discipular a la que se refiere las bienaventuranzas se
convierte en molestia y amenaza para la sociedad. Su testimonio de vida, sus
actividades, su espiritualidad mina los cimientos en donde la sociedad injusta
se edifica. No son de extrañar entonces las injurias, las persecuciones, las
calumnias que buscan debilitar, confundir y destruir a la comunidad fiel. En
medio de las hostilidades la comunidad está llamada a resistir, a vencer la
angustia y la desesperanza. La alegría y el regocijo en Dios será la fuente del
coraje, de la resistencia y de la esperanza. Es el testimonio de los profetas
presente en las comunidades que viven intensamente el discipulado.
5. “...bienaventuradas, bienaventurados”
¿A qué “bienaventuranzas” se oponen estas
bienaventuranzas? ¿Por qué esta insistencia de Jesús en afirmar las
bienaventuranzas? Frente a la bienaventuranza (o más bien el “éxito”) que
promete la sociedad injusta e insolidaria, Jesús proclama ocho veces en dónde
se encuentra y cuáles son las bienaventuranzas del reino de Dios. La verdadera
felicidad se encuentra en una sociedad justa, misericordiosa, pacífica. La
sociedad injusta ofrece felicidad en el egoísmo, el éxito personal, la
acumulación. El reino de Dios ofrece felicidad en el amor, en la sinceridad, en
la sencillez. La sociedad injusta a costa de la infelicidad de la mayoría crea
la felicidad de la minoría. La propuesta de Jesús en el sermón de la montaña es
la de eliminar toda opresión y toda injusticia procurando la felicidad y la
vida en abundancia para todas y para todos.
La misma lógica propuesta por Mateo, es la que recuerda
Pablo a la comunidad de Corinto, donde la fuerza de Dios se concreta en
personas que no son fuertes ni sabias en la consideración de la opinión común
pero que saben concretar la presencia de Cristo, fuerza y sabiduría de Dios,
para que el “que está orgulloso, esté orgulloso en el Señor.”
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
·
Las
Bienaventuranzas no son una teoría, ni siquiera “el programa” que propone
Jesús, sino una de las mejores descripciones de lo que Jesús mismo fue y vivió.
¿Ocurre lo mismo conmigo?
·
¿Me
describen las bienaventuranzas?
·
¿Qué es
ser “pobre de espíritu"?
PALABRA DEL PAPA FRANCISCO
“La palabra bienaventurados (felices), aparece nueve
veces en esta primera gran predicación de Jesús. Es como un estribillo que nos
recuerda la llamada del Señor a recorrer con Él un camino que, a pesar de todas
las dificultades, conduce a la verdadera felicidad. Queridos jóvenes, todas las
personas de todos los tiempos y de cualquier edad buscan la felicidad. Dios ha
puesto en el corazón del hombre y de la mujer un profundo anhelo de felicidad,
de plenitud. ¿No notáis que vuestros corazones están inquietos y en continua
búsqueda de un bien que pueda saciar su sed de infinito? […]Y así, en Cristo,
queridos jóvenes, encontrarán el pleno cumplimiento de sus sueños de bondad y
felicidad. Sólo Él puede satisfacer sus expectativas, muchas veces frustradas
por las falsas promesas mundanas. Como dijo san Juan Pablo II: “Es Él la
belleza que tanto les atrae; es Él quien les provoca con esa sed de radicalidad
que no les permite dejarse llevar del conformismo; es Él quien les empuja a
dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien les lee en el corazón las
decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que les
suscita el deseo de hacer de su vida algo grande.” (S.S. Francisco, Mensaje
para la Jornada Mundial de la Juventud 2015).
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha
de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN
OREMOS
AL SEÑOR JESÚS
Tú que subiste a la montaña para enseñarnos el camino de
la verdadera felicidad, hoy queremos ofrecerte nuestro corazón y pedirte que lo
transformes. Danos, Señor, un corazón de carne, capaz de sentir contigo y como
Tú: un corazón misericordioso, sensible al sufrimiento de nuestros hermanos y
hermanas, un corazón que no se endurece ante la injusticia, que no se
acostumbra al dolor ajeno, que se deja conmover y mover por tu Espíritu. Hazte
presente, Dios de infinita misericordia, en medio de los pobres, de las
personas cautivas, de quienes tienen hambre de pan y de dignidad, de quienes
buscan la felicidad y aún no la encuentran. Que tu consuelo llegue a quienes
lloran, tu paz a quienes trabajan por la justicia, tu luz a quienes caminan en
la oscuridad. Jesús, Maestro de las Bienaventuranzas, entra en lo más profundo
de nuestro ser y transfórmanos desde dentro. Arranca de nosotros todo egoísmo, toda
indiferencia, toda dureza que nos impida amar. Haznos pobres de espíritu para
depender de Ti, mansos para construir paz, misericordiosos para sanar heridas, limpios
de corazón para verte en cada rostro. Concédenos, Señor, gustar el secreto de
la verdadera felicidad, esa alegría que nace de vivir como Tú, de amar sin
medida, de servir sin esperar recompensa, de caminar contigo hacia el Reino. AMÉN
PROPOSITO DE HOY
A partir de hoy mostraré misericordia ante el error de
alguien cercano. AMÉN
ORACIÓN
POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS
Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz
como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el
desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en
cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes
entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de
escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido
olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para
denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de
sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la
comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad.
Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz,
donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos
consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y
hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN
ORACION
FINAL
Padre Celestial, Padre de la Misericordia:
Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la
intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción
del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor
ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más
pobres y necesitados.
Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio
de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te
pido... AMÉN.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.
Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.
Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.
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tema (subject).


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