CALENDARIO
LITÚRGICO 2025 CICLO “A”.
SANTORAL:
San Blas, Obispo de Sebaste y Mártir (316).
Santa Claudina Thévenet (1837).
INVOCACIÓN INICIAL
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN
ACTO PENITENCIAL
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes
hermanos y hermanas, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y
omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos y
hermanas, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
El Señor Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMÉN.
LECTURAS DEL DIA
2 Samuel 18,9-10.14b.24-25a.30-19,3
¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de
ti!
En aquellos días, Absalón fue a dar en un destacamento de
David. Iba montado en un mulo, y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una
encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando
entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó. Lo vio
uno y avisó a Joab: "¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!"
Agarró Joab tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón. David estaba
sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la
puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo
solo. El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: "Retírate y espera
ahí." Se retiró y esperó allí. Y en aquel momento llegó el etíope y dijo:
"¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se
habían rebelado contra ti!" El rey le preguntó: "¿Está bien mi hijo
Absalón?" Respondió el etíope: "¡Acaben como él los enemigos de
vuestra majestad y cuantos se rebelen contra ti!" Entonces el rey se
estremeció, subió al mirador de encima de la puerta y se echó a llorar,
diciendo mientras subía: "¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío,
Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti, Absalón, hijo mío, hijo
mío!" A Joab le avisaron: "El rey está llorando y lamentándose por
Absalón." Así la victoria de aquel día fue duelo para el ejército, porque
los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de su hijo. Y el
ejército entró aquel día en la ciudad a escondidas, como se esconden los
soldados abochornados cuando han huido del combate. PALABRA DE DIOS
Salmo responsorial: 85
R/ Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre
desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que
confía en ti. R/
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy
llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia
ti. R/
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en
misericordia con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la
voz de mi súplica. R/
Marcos 5,21-43
Contigo hablo, niña, levántate
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la
otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a
sus pies, rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven,
pon las manos sobre ella, para que se cure y viva." Jesús se fue con él,
acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos
de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase
de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de
mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás,
entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido
curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su
cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió
en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el
manto?" Los discípulos le contestaron: "Ves cómo te apretuja la gente
y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"" Él seguía mirando
alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa,
al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él
le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud." Todavía
estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
"Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?" Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas;
basta que tengas fe." No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro,
Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la
sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: "¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está
muerta, está dormida." Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y,
con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la
niña, la cogió de la mano y le dijo: "Talitha qumi" (que significa:
"Contigo hablo, niña, levántate"). La niña se puso en pie
inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la
niña. PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN DEL
EVANGELIO
Jesús regresa de territorio pagano a territorio de fe. Se
encuentra con la humildad de un jefe de Sinagoga, que ante la situación de su
hija, suplica ayuda. Jesús le pide que tenga fe, aunque todo parece perdido
pues le anuncian la muerte de su pequeña. Por otro lado, encuentra también en
el camino a una mujer con fe silenciosa que sabe que con tocar el manto de
Jesús sanará y después con humildad ante la petición de Jesús se descubre ante
la multitud como quien ha recibido la salvación. Las dos acciones milagrosas
son fruto de la fe sencilla y firme de la hemorroísa y de Jairo. Para nosotros,
se convierte en invitación a reconocer que todo el que en la tribulación se
acerque a Jesús con esta actitud obtendrá una respuesta favorable. Jesús vuelve
a mostrarnos que es el único que nos ofrece la genuina dignidad, la vida
verdadera y la paz auténtica y esto lo conseguiremos con el poder de la fe.
Aprendamos a desterrar la duda y el orgullo que impiden elevar al Señor nuestra
oración.
PREGUNTAS
PARA REFLEXIONAR
·
¿Creo
que Jesús puede sanarme, ayudarme con mis enfermedades, mis problemas, mis
situaciones?
·
¿Cómo
explico «No temas, solo cree» en mi vida, mis enfermedades, mis problemas?
PALABRA DEL PAPA FRANCISCO
“Estos dos episodios –una sanación y una resurrección–
tienen un único centro: la fe. El mensaje es claro, y se puede resumir en una
pregunta, una pregunta para hacernos: ¿creemos que Jesús nos puede sanar y nos
puede despertar de la muerte?” (Homilía de S.S. Francisco, 28 de junio de
2015).
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí ha
de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna. AMÉN
OREMOS
AL SEÑOR JESÚS
Tú que dejaste que una mujer herida y avergonzada tocara
tu manto y encontrara en Ti la vida, hoy queremos acercarnos con la misma
audacia. Danos, Señor, la valentía de la mujer hemorroísa, para buscarte
incluso cuando nos sentimos indignos, cuando cargamos culpas, heridas o
vergüenzas, cuando creemos que nuestras “impurezas” nos alejan de tu amor. Haznos
comprender que para Ti nada es obstáculo, nada es demasiado sucio, nada es
demasiado roto. Tú siempre nos miras con misericordia y nos dices: “Hija, hijo,
tu fe te ha salvado.” Regálanos también, Señor, la fe confiada de Jairo, que
siguió caminando contigo, aunque todo parecía perdido. Cuando la vida se
oscurece, cuando las noticias duelen, cuando el miedo nos paraliza, susúrranos
al corazón tus palabras: “No temas; basta que tengas fe.” Que nuestra confianza
en Ti no dependa de los resultados, sino de tu presencia fiel. Jesús, Señor de
la vida, tómanos de la mano como a la hija de Jairo y levántanos cuando caemos.
Que nuestra vida sea un compromiso de búsqueda valiente y confianza
perseverante, para que muchos, al vernos, descubran que Tú sigues pasando, sigues
sanando, sigues diciendo: “Levántate.” AMÉN
PROPOSITO DE HOY
A partir de hoy identificaré a alguien en mi entorno que
se sienta "muerta" por el desánimo o la soledad y le llevaré una
palabra de esperanza o ayuda concreta. AMÉN
ORACIÓN
POR LA PAZ, DESARROLLO Y DIGNIDAD GLOBAL DE LOS PUEBLOS
Señor Jesús, Dios de la Vida: Hoy elevamos nuestra voz
como comunidad creyente, comprometidos con la paz que nace del respeto, el
desarrollo que brota de la justicia, y la dignidad que refleja tu imagen en
cada ser humano. Haznos artesanos de reconciliación, y constructores de puentes
entre culturas, lenguas y naciones. Que no nos cansemos de tender la mano, de
escuchar el clamor de los pobres, y de defender la dignidad de quienes han sido
olvidadas. Danos sabiduría para transformar estructuras injustas, valentía para
denunciar la violencia y la exclusión, y ternura para acompañar los procesos de
sanación y esperanza. Que nuestro compromiso sea concreto: en el trabajo, en la
comunidad, en la educación, en cada gesto cotidiano que siembra fraternidad.
Señor, inspíranos a soñar con un mundo donde todos tengan pan, tierra y voz,
donde el desarrollo no excluya, y donde la paz sea fruto de la justicia. Nos
consagramos hoy a esta misión, como discípulos del Reino, como hermanos y
hermanas de toda la humanidad, como sembradores de dignidad. AMÉN
ORACION
FINAL
Padre Celestial, Padre de la Misericordia:
Que por mediación de tu hijo Jesucristo nuestro Señor, la
intercesión de nuestra santa madre Virgen María, Reina de la paz, y la acción
del Espíritu Santo, concediste a San Oscar Romero la gracia de ser un pastor
ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los más
pobres y necesitados.
Has Señor que yo también sepa vivir conforme al Evangelio
de tu Hijo, y concédeme por la intercesión de San Oscar Romero el favor que te
pido... AMÉN.
PADRE NUESTRO, AVE MARIA Y GLORIA.
Sagrada Familia de Nazaret. Ruega por nosotros.
Y nos cubrimos con la sangre de Cristo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Que la paz del Señor reine siempre en nuestro hogar. AMÉN.
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Si ya no desea recibir las LECTURAS DEL DIA, envíe un correo a betio.gonzalez@gmail.com con la palabra SUSPENDER en la sección de tema (subject).


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